La televisión dominicana ya cruzó el límite en la exposición de imágenes consideradas aberrantes. Al parecer, el afán de los canales, sobre todo los noticiarios, por competir y lograr un mayor rating lleva a sus productores a apostar por ofrecer contenidos que riñen con normas establecidas en otras épocas.
Sexo, violencia, sangre, linchamientos, cadáveres, niños abusados y otros contenidos denigrantes (clasificados “C” o para mayores de 18 años) son transmitidios a cualquier hora del día. Un caso en específico ha vuelto a poner los ojos en la pantalla chica dominicana y en el servicio de las informaciones que hoy despachan sus informativos.
Varios estudiantes abusaron sexualmente de una enajenada de una forma inhumana (le introdujeron un palo en su vagina), y mientras lo hacían se reían. Uno de ellos hasta se atrevió a grabar tal agravio.
Días después varios noticiarios se hacían eco de la noticia con la inclusión de las imágenes desgarrantes que dejaron en “shock” a muchos televidentes.
La TV en las provincias
Desde hace más de una década en la televisión de Santiago y La Romana, se han incorporado la triste práctica de exponer imágenes sangrientas a distintas horas del día y de la noche.
La práctica de exponer cadáveres y familias en situaciones de vulnerabilidad es un fenómeno que ha enriquecido a más de uno en Santiago. Aparte de replicarse en programas de Moca, La Vega, Mao, y otras provincias y municipios.
En La Vega es muy famoso el programa “Alberto y Ubaldo”, transmitido por Microvisión, donde se muestra al mediodía y sin el mínimo pudor, imágenes de cadáveres, heridos y otros episodios dignos de lamentar y, por lo general, siempre es de personas de escasos recursos económicos.
En La Romana, podemos ver los programas: Tony con el pueblo, Huracán informativo, etc, que se dedican a presentar a cualquier hora del día, cadáveres y accidentes, sin importarles que hay niños a esa hora. Ellos lo único que dicen es: Retiren a sus hijos de los televisores por que las imágenes a continuación son muy fuertes.
Lastima que la dichosa comisión de espectáculos públicos sea tan inoperante y se convierta en un aliado de estos indolentes que mediante el silencio les da oportunidad para beneficiarse de la tragedia de los demás.
A Dios que meta su mano pronto!