El Rev. Reynaldo Franco Aquino llamó a hacer un alto y aprovechar este tiempo para propiciar un verdadero Encuentro con Dios, celebrar la Semana Santa en un ambiente de moderación, prudencia y reflexión, ya que la vida, pasión, muerte y resurrección del Señor cambiaron el curso de la historia y gran parte de los derechos de que gozamos los ciudadanos del mundo occidental, activando el don de la reconciliación, en su doble dimensión liberación del pecado y comunión con Dios.
Franco presidente de la Asociación de Iglesias Pentecostales de Jesucristo y de la Comunidad Apostólica Internacional, destacó que este tiempo de Semana Santa, es una oportunidad para que todos, pero especialmente los cristianos y en particular aquellos que tienen distintas responsabilidades diligenciales y sociales, realicen un profundo examen de conciencia, sobre cómo viven el llamado a la santidad, en el ejercicio de la condición de ciudadanos. Nuestro país necesita oxigenarse con dirigentes sociales “honestos y democráticos”, para proyectarnos con esperanza. Esto llenará de sentido nuestras vidas y nos animará a renovarnos como hombres y mujeres, que renovados en la fe podamos ser fermento de transformación social y globalizar la solidaridad.
Manifestó que la conmemoración de la pasión, muerte y resurrección del Señor Jesucristo, es un programa de redención a favor del género humano, para restituir a la gracia la humanidad esclava del pecado por la desobediencia de Adán. Nos recuerdan que la presencia del cristianismo es garantía de convivencia pacífica, de desarrollo humano, de fecundidad de belleza, de arte, explosión de todo lo que hace más noble a la persona, la belleza de una fe que hace y se hace historia, cultura, expresión de vida. Dios que se ha hecho hombre y muchos hombres contribuyen con su tiempo, con su esfuerzo y con su fe, a que la representación de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo alcance muchas familias que necesitan ser redimidas.
Finalizó exhortando a los creyentes a ser coherente con su opción fundamental por el Señor Jesús, hagamos de este tiempo Un espacio privilegiado para la renovación interior