La Justicia, ha determinado la prohibición de este tipo de acciones y ha obligado a la empresa a dejar claro que la ley no permite cultos en medios de transporte público.
Pasajeros reportan que los evangélicos promueven cultos dentro de los vagones provocando mucho ruido, gritando, cantando en voz alta, también hacen uso de instrumentos musicales e incluso atacan verbalmente a los pasajeros de otras religiones.
Debido a estos informes, la 7 º Sala Corporativa de Río de Janeiro, estipuló que SuperVia no permitirá que estos hechos vuelvan a repetirse y, si se producen, los predicadores deberán abandonar el vagón con la intervención de la policía.
Debido a estos informes, la 7 º Sala Corporativa de Río de Janeiro, estipuló que SuperVia no permitirá que estos hechos vuelvan a repetirse y, si se producen, los predicadores deberán abandonar el vagón con la intervención de la policía.
Para evitar que nuevos cultos ocurran la empresa responsable de los trenes, deberá colocar señales de advertencia ante cualquier tipo de acción religiosa dentro de los vagones. Si SuperVia, no cumple con esta determinación puede ser multada con 2.328 dólares por día.