En
representación de las iglesias Evangélica y Adventista del Sétimo Día,
pastores, predicadores y otros directivos hicieron causa común con la
Iglesia Católica, y advirtieron que también irían a los tribunales si
es necesario para lograr que esta campaña no pase a través de los medios
de comunicación de masas.
Según
plantearon los pastores adventistas y evangélicos, la campaña de
orientación de los derechos sexuales y reproductivos, que auspicia
Profamilia, es lesiva para la formación social de los niños, niñas y
adolescentes.