Nada ni nadie pueden crecer sin antes haber
nacido. Es el ciclo natural de la vida: uno nace, crece, se desarrolla y
finalmente muere. En el contexto espiritual sucede de igual manera, sólo que el
desarrollo del cristiano depende del Espíritu y ese Espíritu nos da vida,
porque al dar testimonio de Jesús, pasamos de muerte a vida.
El crecimiento espiritual puede suceder cuando la
experiencia de conversión está anclada en el nuevo nacimiento en Cristo y
comenzamos a caminar por sendas que hasta entonces nos eran desconocidas.
El camino es Cristo y las sendas son esas
pequeñas arterias y derroteros del creyente, que indefectiblemente y a pesar de
tropiezos y obstáculos, convergen en aquel que es el Camino.
Crecer en Cristo no es una opción. El cristiano que decide permanecer en Cristo y anhela acercarse a su estatura, debe ceñir su vida con el cinturón de la santidad. A la santidad nadie puede aspirar sin el deseo de cada día parecerse más a Cristo.
Dios te bendiga de manera especial, no olvides sintonizar nuestro programa radial: Un momento con Dios por Amor fm 91.9 de 6 a 7 am de cada dia, producido por el Ministerio Camino de Gloria.